LAS SINSOMBRERO

LAS SINSOMBRERO
Las Sinsombrero, el grupo de mujeres pertenecientes a la Generación del 27 que fueron imprescindibles en la historia de la mujer tanto de España como del mundo. El grupo de mujeres que fueron apedreadas e insultadas por quitarse el sombrero y liberar ideas e inquietudes. El grupo de mujeres que fueron rechazadas por una sociedad de ideologías sexistas. El grupo de mujeres que fueron olvidadas a pesar de haber comportado un importante hito en la literatura española. El grupo de mujeres a las que debemos la libertad que se ha otorgado al sexo femenino.
Os mostramos una faceta de la literatura y del arte que ha sido condenada al olvido. Nosotras hemos querido darles el reconocimiento merecido a las once mujeres que entraron sin complejos en un mundo artístico dominado por hombres. Así como recordar que el talento y potencial artísticos estaban enfocados tanto en el género masculino como en el femenino, aunque este último nunca haya recibido el reconocimiento que se merece.
En el ámbito político, la mujer obtuvo el derecho a voto y a ser elegible el 8 de Marzo de 1931, con la segunda República Española. Pero, pocos años después, con la llegada de la dictadura franquista sobrevino el silencio que sumió a las mujeres, y en especial a las Sinsombrero, en un abismo del que no saldrían en mucho tiempo.
Estas mujeres revolucionarias fueron exiliadas y silenciadas por un gobierno que no admitía la participación de la mujer en el que se suponía que era “el hábitat del hombre”. Y la llama que había sido avivada por las Sinsombrero fue inmediatamente apagada con la llegada al poder de Franco, donde no había cabida para los integrantes varones de la Generación del 27, y mucho menos para ellas.
Quitarse el sombrero es un insignificante gesto que en la segunda década del siglo XX comportó una actitud rebelde, rompedora y abierta. Si bien la intención de las Sinsombrero con ese gesto fue crear un lugar tanto para ellas como para el resto de las mujeres en una España conservadora y cerrada, consiguieron el efecto contrario, puesto que las obtusas mentes de la sociedad dejaron claro en el momento en el que las apedrearon que no habría lugar para ellas excepto en el hogar para las tareas domésticas.
La lucha de estas mujeres no sirvió más que para dejarlas sin nombre y sin sombrero. Nombres que nosotras hemos querido recuperar como homenaje de la valentía y de los principios tan evolucionados e idealistas impropios de una época tan concentrada en la erradicación de las libertades y derechos.
La historia no está completa sin ellas.

Alumnas: Sumaya Oulad Haddouch e Hiba Ouazzani 4º ESO A.

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