UN CAMBIO, UNA OPORTUNIDAD

Por Myriam Guijarro y Zoubida Mesbhi. 3º ESO B


A veces la personas tenemos miedo. Miedo a que las cosas cambien,a que dejen de ser tal y como las conocemos; tenemos miedo a tomar decisiones importantes,a dejar a nuestros amigos porque creemos que sin ellos el mundo se acabará; a estar solas y sin nadie que nos guíe. Pero se nos olvida que en la vida hay que tomar decisiones, escoger. Asumimos un peso sobre nuestros hombros con cada decisión que tomamos, desde las más sencillas hasta las más complejas.
Estamos continuamente tomando decisiones que cambian la vida de otras personas sin darnos cuenta. Debemos recibir los cambios con las manos abiertas porque cada uno de ellos será una oportunidad en nuestras vidas. Los cambios son algo con lo que hay que vivir.
En el instituto se toman dos grandes decisiones: la primera es el grupo de amigos y la segunda es escoger entre ciencias y letras. En relación con esto último uno debe elegir lo que considera que quiere, no lo que quieran otros o lo que consideren correcto los demás porque, a fin de cuentas, quien debe tomar la decisión es uno mismo. Y no porque sea más o menos difícil, sino porque es lo que queremos hacer.
Siempre vamos a estar cambiando de clase, de amigos...; pasamos de estar con un grupo de amigos a estar con otro y no es tan malo como parece, al contrario, te favorece. Al principio cuesta un poco adaptarse, pero una vez que sigues el hilo, ya no lo pierdes.
Los cambios no son malos. Son la oportunidad de conocer gente nueva, hacer un nuevo amigo, madurar mentalmente, dejar de ver la vida como la has visto siempre.
Son muchas las personas que tras estar años con los mismos compañeros tienen miedo a un cambio, como repetir curso y trasladarse a otra ciudad; tienen miedo a no encajar en un nuevo lugar, o les molesta tener que estar con “enanos”. Lo que no saben es que si no se arriesgan no ganan, que tienen que afrontar todo lo que les venga en la vida, que no siempre tienes que encajar en un lugar y que, tal vez, esos “enanos” sean muchísimo mejor de lo que te crees.

Y un consejo: si esos amigos de los que no te querías separar te valoran, aun sin estar en la misma clase permanecerán contigo. Si no es así, no valían tanto la pena como creías.

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